En esta entrada cuento acerca de las apuestas por acercar las prácticas ciudadanías mediadas por tecnologías digitales, desde comunidades de base en las que participo, con motivo de una invitación a pensar el proyecto de Biblioteca Digital de Bogotá.
Fuí invitado a dos reuniones para la planeación estratégica para la Biblioteca Digital de Bogotá, que ocurrieron en los primeros dias noviembre y diciembre de 2017. En ellas se nos presentó el proyecto y pudimos hacer comentarios al respecto y se nos informó, además, de una hackatón que sería a comienzos de diciembre, (pero que finalmente ocurrió a mediados del mismo). Este tipo de invitaciones me dejaron con importantes lecciones que quisiera compartir en este blog y espero sean el comienzo de un diálogo constructivo y de largo alcance entre comunidades de base e instuticiones, con motivo de este y otros proyectos de ciudadanías digitales y sus prácticas de lectura y escritura.
Sobre los tiempos, las dinámicas y la apertura
Lo primero que debo indicar es que es una fortuna contar con ese tipo de invitaciones y que, contrario a la mayoría de invitaciones que realiza el gobierno, en este caso se avisó con tiempo, se insistió por varios medios (correo postal, electrónico) y hubo una actitud de escucha atenta durante las dos invitaciones a las que asistí, en los primeros días de noviembre y diciembre. Esto marca, de entrada, un agradable contraste con las invitaciones hechas por MinTIC o MinSalud a la participación abierta, que están regidas por plazos ceñidos, que se socializan con una semana o menos del cierre de llamado a la participación y que imposibilitan dicha participación en la práctica, mucho más cuando quienes asistimos lo hacemos desde la sociedad civil y las comunidades de base y debemos sacar tiempo para dicha reunión de nuestro cotidiano y nuestro trabajo, pues no vamos como funcionarios, ni es parte de nuestro trabajo. En ese aspecto, referido a la participación de asistentes, hubo notables mejoras entre la primera reunión y la segunda: mientras la primera tuvo un formato para funcionarios, con preguntas exhaustivas de formulario sobre las colecciones y tecnologías detrás de ellas, que respondíamos en su mayoría de pie (en nuestro hackerspace, HackBo, tenemos colecciones, pero nuestra función principal, como comunidad de base estaba lejos de las preguntas de dichos formularios), la segunda fue orientada a escucharnos mutuamente en grupos pequeños, con posibilidad de escribir en carterelas (vean la que hicimos en nuestro grupo, abajo).
^Arriba | Cartelera que desarrollamos en nuestro grupo en el segundo
taller. En la esquina inferior se puede ver mi sugerencia sobre usar la
metodología en diseño de Teemu Leinonen, que hemos utilizado en otros proyectos
de innovación abierta y comunitaria como Piamed
(
ver borrador acá).
Se nos envío, entre reunión y reunión, un formulario en línea para recolectar dicha información exhaustiva presentada en la primera reunión, vía correo electrónico y por este mismo medio pregunté si la información recolectada desde las instituciones y comunidades de base sería devuelta a las mismas, de manera anonimizadas, es decir si la información que producimos entre todos, es de nuevo compartida para todos. Después de consultarlo se me dijo que no, así que siguiendo la política de producir bienes comunes, digitales y análogos (lo cual me parece consecuente con lo que debería hacer la Biblioteca Digital de Bogotá), decidí no diligenciar dicha encuesta, aunque, por supuesto, la compartí en la comunidad Grafoscopio y tuvimos una conversación al respecto de sí la Bibliotaca Digital de Bogotá debería generar datos abiertos, empezando con escuestas como estas.
Sobre las hackatones y sus avances: la de la Biblioteca Virgilio y la de HackBo
En la primera reunón se nos contó de una hackatón que se haría con motivo de la Biblioteca Digital de Bogotá, y yo manifesté mis diferencias, en caso de que la metodología fuera como las hackathones fashionistas, que lleva haciendo el gobierno desde 2013 (véase la crítica que hicimos desde la Gobernatón a dicho modelo) y se me dijo que se me invitaría a un micro-comité de la hackatón. Invitación que nunca se concretó.
Los resultados preliminares de Hackatón Biblorock se compartieron por Twitter con el hashtag #biblorock, aunque siguiendo la estética antes criticada, consistieron en fotos en redes sociales, pitchs de prototipos y premiaciones individuales a equipos ganadores, favoreciendo la competencia, sobre la colaboración y sin una apuesta explícita, desde la convocatoria, por los bienes comunes. Esperamos que en algún punto nos muestren dichos prototipos y ojalá su código fuente, pues esperamos que la Biblioteca Digital de Bogotá favorezca y entienda como estratégico el producir, proteger y ensanchar bienes digitales comunes para la cultura digital y las prácticas asociadas,ya que como dicen ellos en su documento estratético, "Leer dejó de ser posar los ojos" (aunque nunca ha sido sólo eso) y leer/escribir en clave ciudadana lo digital, implica ser empoderado por ello, desde dinámicas como las que los bienes comunes han demostrado ampliamente. La temática asociada a Rock al Parque, fue elegida a partir de la frecuencia en el sistema de PQR (Peticiones, Qujas y Reclamos) de la red de bibliotecas, y si bien puede ser un problema importante, las hackatones deberían ser un lugar donde la ciudadanía y las instituciones conversen usando el lenguaje de los prototipos, lo cual quiere decir ampliar las posibilidades y temáticas para los mismos, usándolas para mapear comunidades digitales preexistentes, con problemáticas y prácticas diversas, en lugar de reducirlas a lo que diga el PQR, (parte de esto lo dije en las dos reuiones).
¡Listos nuestros premios! Esta tarde, nuestros jurados seleccionarán a los equipos ganadores de #BibloRock @ViveLabBogota @BibloRedBogota @ConsejeriaTIC pic.twitter.com/Nxj9M1hlv3
— ViveLabBogota (@ViveLabBogota) 14 de diciembre de 2017
^ Arriba|Uno de los trinos para incentivar la participación a la
hackatón con motivo de Biblioteca Diigtal de Bogotá en la biblioteca Virgilio Barco.
Nosotros, en HackBo, desde la comunidad de Grafoscopio, hicimos nuestra décima edición del Data Week, teniendo como tema el proyecto de Biblioteca Digital de Bogotá y pusimos a circular la invitación tanto en los canales comunitarios, como en redes sociales:
#DataWeek10 esta semana en @hackbo. Nuestra temática esta vez, la #BibliotecaDigitalDeBogotá. #CiudadaníasDigitales #NuevasCiudadanías #AlfabetismosDigitalesCríticos #EntradaLibre. Cupos limitados. Informes e inscripciones: https://t.co/vnvguQEPf1 pic.twitter.com/Z9WqkxQOnt
— Offray Vladimir Luna (@offrayLC) 20 de noviembre de 2017
^ Arriba|Uno de los trinos para incentivar la participación a la
hackatón con motivo de Biblioteca Diigtal de Bogotá en HackBo.
Como decía la invitación para esta edición:
Trabajaremos sobre el proyecto de la Biblioteca Digital de Bogotá, preguntándonos cómo las publicaciones sobre dichos projectos pueden hacer más públicas y abiertas. Para esto usaremos algunas técnicas de scrapping, anotaciones, control de versiones y visualización de datos, que desarrollamos y empleamos en nuestros prototipos del Manual de Periodismo de Datos y el Portal de Software Público Colombia.
La claridad sobre que las distintas ediciones del Data Week y unos eventos más ágiles, llamados Data Rodas, tienen como pregunta constante ¿Qué tan público y abierto es lo público y abierto?, enunciada de esa manera, provino de la primera reunión de en la Virgilio y escribí al respecto en la lista de correo comunitaria, con motivo de la plenación de nuestra Data Week 10. Nuestra forma de preguntarnos es enactiva, es decir mediada por acciones y prototipos de exploración de la pregunta/problema y por la enunciación de posibles respuestas. Hemos aplicado dicha pregunta, en las ediciones prevías a gasto públicos, discurso en redes sociales (específicamente Twitter), resultados del plebiscito en Colombia, el Manual de Periodismo de Datos y el Portal de Software Público Colombia, la semana del código y en esta, la aplicaríamos al proyecto de Biblioteca Digital de Bogotá.
La intensión de nuestra hackatón era reducir la brecha entre lo estratégico y lo táctico en cuanto a la participación de las comunidades a eventos convocados por dinámicas tipo hackatón. Se trataba de que las comunidades puedan entender los planteamientos estratéticos, en lugar de ser sólo llamados a realizar lo táctico (la siguiente app-movil, red social o criptodivisa que "salvará al mundo", de acuerdo a un plan estratégico que es invisible para las comunidades). Por ello, tomamos el documento estratégico de la Biblioteca Digital y usando las muy reducidas libertades que nos permite el mismo (está licenciado con una de las licencias más restrictivas dentro de la familia creative commmons), lo cambiamos de formato de HTML a PDF. Por el camino extendimos y modificamos Grafoscopio de maneras potentes (ver acá y acá), para hacer mucho más fluido ese tipo de traducciones de formatos. Esta práctica consiste en abrir lo público, pues no lo consideramos abierto con tan sólo estar en línea en formatos como HTML o PDF, sino que lo es cuando se puede participar de su (de)construcción, ampliación y crítica. Esto quiere decir que debe estar en distintos formatos, por ejemplo Epub y PDF, para ser descargado y consultado fuera de línea y contar con licencias mucho más permisivas que las limitadas que está asumiento el proyecto de Biblioteca Digital de Bogotá, para sus primeros documentos (y que esperaríamos cambie en éstas publicaciones y las futuras). Pero sobre todo, esto quiere decir que podemos contar con el acceso al código fuente de los documentos oficiales y a los repositorios de dicho código, que facilitan en la práctica la participación plural de los lectores interesados y su trasición hacia co-autores. Complementaremos esto luego con algunos comentarios a las publicaciones en línea, de forma tal que los lectores conformen comunidades de discurso alrededor de las obras de la Biblioteca Digital de Bogotá, como dije en la reunión, empezando por sus documentos estratégicos. Al cambiar el documento de formato, también abrimos su código fuente hacíendolo trazable y colaborativo en su repositorio de código. Abajo pueden ver capturas de pantallas de los resultados del documento en distitos formatos: código fuente en Grafoscopio y PDF exportado a partir del mismo. También encontrarán los primeros comentarios habilitados al respecto, que en este caso se refieren a la restrictiva licencia y la no correspondencia entre su ícono y las libertades que se quieren otorgar a los lectores de la obra. Para mayores detalles pueden visitar la página del repositorio de código fuente, para este proyecto.
^ Arriba| Adelantos preliminares de los resultados del Data Week 10,
con motivo de la Biblioteca Digital de Bogotá.
A la izquierda,
los comentarios hechos a este documento estratégico, respecto a los
errores en su licenciamiento, en el centro, la versión en PDF del mismo y
a la derecha, la versión en Grafoscopio.
Lo que viene... quizás
Este, como dije al comienzo, es el primero de un diálogo que espero continue. Se nos presentó un cronograma a 2020, y si la metodología de pensamiento en diseño (design thinking) que les presenté en el segundo taller (y explico en más detalle acá) es un aporte para el despliegue de dicho proyecto, es posible que tengamos chance de seguir diseñando, conversando y prototipando juntos, ojalá esta vez desde dinámicas y lógicas aún más colaborativas y abiertas.
^ Arriba| La metodología de Design Thinking desarrollada por Teemu
Leinonen, que hemos empleado en varios proyectos de innovación abierta y que
sugerí aplicar para el proyecto de Biblioteca Pública Digilta, como aporte
durante el segundo taller.
Sobre el Manual de Periodismo de Datos y lo importante que es preservar el derecho a editar, David Ramírez-Ordoñez, nos da su perspectiva, como bibliotecólogo, en Lo público no siempre es abierto: Abriendo el Manual de Periodismo de Datos .