Markdown no sólo sirve en editores conectados a Internet, como CodiMD donde no sólo escribes en markdown, sino que lo haces a múltiples manos colaborando en tiempo real. Se puede usar un bloc de notas para escribir markdown en tu computador personal o teléfono móvil, pero aquí revisaremos Zettlr, un bloc de notas con súper poderes que puedes instalar en tu computador y tener una experiencia de escritura mejorada.
En este capítulo veremos:
Antes de llegar a Zettlr probé estos editores:
Si bien pueden haber muchos más editores de markdown, probé estos y aquí una breve reseña de lo que me gustó y lo que no.
Atom es un editor de texto increíble. Tiene muchísimas funcionalidades, pero tal vez por eso mismo es bastante pesado. Uso un computador que se parece más a una máquina de escribir porque la uso sobre todo para labores que tienen que ver con procesar texto como escribir documentos, leer y enviar correos, publicar en mi blog, pero no hago cosas como edición de video que demandan muchos recursos del equipo. Atom se demoraba mucho en cargar y por eso lo descarté.
Sin embargo tiene funciones muy interesantes como Teletype, que permite conectar este procesador de texto con un repositorio en línea, combinando la edición síncrona con la asíncrona en una sola herramienta. Otro paquete que me gustó de Atom fue Zotero-picker, que te permite incluir referencias bibliográficas en Zotero a los textos que escribes en markdown.
Atom permite previsualizar los textos escritos en markdown en html, lo que te puede ir dando una guía de cómo va quedando lo que escribes.
Geany es un editor de texto bastante liviano, pero sentía que no estaba hecho para markdown. En él suelo editar html y otros archivos de código. Podría funcionar bien para markdown, pero seguí explorando otras opciones.
Ghostwriter es uno de los que más me ha gustado porque está hecho para escribir en markdown, donde a medida que vas usando las diferentes características de markdown, como títulos, citas, negrillas, etc. el texto se va ajustando para ofrecer una previsualización de cómo va quedando el texto.
Tiene otras funcionalidades como la escritura sin distracción, que hace que lo que esribes ocupe toda la pantalla y no tengas otros botones, menús o cosas que te distraigan. En estos tiempos de la economía de la atención, me pareció que escribir en Ghostwriter es una experiencia bastante limpia.
También cuenta, al igual que Atom, con una previsualización en html, así ves cómo queda lo que escribes. Tiene una funcionalidad que a pesar de ser sencilla, me pareció muy interesante y es el modo Hemingway. Cuando activas este modo, no puedes devolverte o borrar lo que escribes. El software te obliga a que escribas de un solo tirón todas las ideas que tengas en la cabeza para luego desactivarlo y si volver a corregir. Un detalle de fina coquetería como se diría en Bogotá.
De esta herramienta me gusta que es bastante liviana y automáticamente crea un backup de tu texto. Junto a tu archivo en markdown (es decir el nombre-archivo.md) crea un archivo.md.backup.
Sublime Text es una herramienta muy buena para editar datos. Recuerdo mucho la experiencia de uso cuando tenía que buscar, reemplazar o editar texto ¡Es muy bueno! Sin embargo la cosa es que no es software libre, por lo que mucho de su encanto se pierde al no permitirte las libertades básicas de uso, copia, modificación y distribución.
Lo que me gustó de Zettlr es que es liviano y está hecho para markdown como Ghostwriter, tiene múltiples funcionalidades como Atom y no tiene la licencia de Sublime Text, ya que es software libre, usando una licencia GNU/GPL. Tiene unos conceptos o metáforas poco intuitivas, pero una vez que captas de qué va la idea del desarrollador, escribir fluye muy bien. De hecho mi proceso de escritura para este libro es redactar los textos en Zettlr, copiar lo que aquí redacto a CodiMD y hacer commits al repositorio de Fossil para que la Comunidad de Grafoscopio y Dataweek con quienes escribimos este texto acceda a los archivos fuente en sus últimas versiones.
Pero vamos desde el inicio: la instalación.
Descarga la última versión de Zettlr. Un gestor de paquetes realizará la instalación. Puedes instalarlo por consola pero para este caso no es necesario un procedimiento extraordinario para que quede funcionando en tu máquina. Es recomendable instalar también Pandoc y Latex para que puedas disfrutar de todas las funcionalidades de Zettlr.
La interfaz de Zettlr es bastante limpia y al estar hecha para markdown, tiene una previsualización que hace que puedas previsualizar cómo quedará tu documento con el formato como títulos, itálicas, imágenes, enlaces y demás.
Zettlr usa la metáfora de directorios y de proyectos para los archivos que aparecen en la columna izquierda. En esta herramienta se crean directorios en donde se almacenan archivos y si quieres abrir un archivo, primero deberás haber configurado el directorio en Zettlr para que lo reconozca. Eso es lo que no parece muy intuitivo, pero de resto todo es bastante minimalista.
Dentro de los directorios hay archivos y Zettlr te mostrará únicamente los archivos de markdown, es decir los .md, de un directorio específico. Así tendras acceso muy fácilmente a los diversos archivos que estés redactando. Por ejemplo en la figura anterior, configuré un directorio de la Documentatón, de tal forma que me muestre todos los archivos que se encuentran en mi computador y son copia del repositorio de Fossil de la Documentatón.
La primera cosa que me sorprendió, al igual que el modo Hemingway de Ghostwriter es el cronómetro Pomodoro. Esto te permite configurar lapsos de escritura, por ejemplo de 20 minutos cada uno, separados por 5 minutos de descanso.